Hola a todos,

Esta es la página de un médico de familia "cabreado" que se ha convertido en delincuente de la noche a la mañana por intentar hacer lo mejor posible su trabajo y querer conservar su independencia... si si sí un FUNCIONARIO, aunque en los tiempos que corren parece ser mejor ocultar este dato...

Mi aspecto pretendo que siga siendo un enigma para vosotros, pero todos los contenidos son 100% mios, o al menos comparto completamente la opinión del autor.

ESPERO VUESTROS COMENTARIOS.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Sobre la libertad...

Algo grande se ha roto… ya no servimos ni como esclavos ni como consumidores y directamente los “ciudadanos” sobramos. Ahora no hay que producir y sobra gente porque lo que se lleva es la especulación. Estamos en una nueva era, ¿la archi-neoliberal?¡Si este es el enfoque estamos listos!!!, porque de un plumazo se han cargado la tradición de los últimos 2 siglos en Occidente y que nos ha llevado a la democracia social, imperfecta pero democracia al fin.
Los “mercados”, o lo que es lo mismo los líderes económicos que gobiernan este sufrido planeta, el único que tenemos y nos sustenta (y aguanta), casta que no ha sido elegida por nadie, no ha podido “soportar” más y ha decidido imponer el desmantelamiento del estado del bienestar en aras de un futuro mejor. No dicen para quien, claro… pero suena a un golpe de estado en toda regla. Nada de hablar de libertad, justicia y otros asuntos éticos “superfluos”. Ya no es cuestión de libertad negativa (como no ingerencia en los asuntos privados) como decían los liberales, o positiva (participativa) como reclaman las ideas democráticas. Es más se rechazan las medidas redistributivas y se abomina del ideal de igualdad de oportunidades que defendió la social-democracia europea principalmente. Eso son cosas del pasado… directamente occidente ha roto con todo lo que hemos sido hasta ahora. Vamos un brote psicótico de libro…
La economía, cada vez más importante en las últimas décadas, se ha convertido en un fin (el único), no en un medio para procurar el bien de la mayoría. Opción esta con innumerables ventajas aunque solo sea desde un punto de vista de estabilidad para generar nuevas “necesidades”. No, este modelo ya está caduco y ha sido cambiado, sin transición aparente, por el de la austeridad y la pérdida de derechos sociales, dicho sea de paso alcanzados tras muchos años de luchas… pues aunque ignoren la historia, no los concedieran las élites burguesas por propia iniciativa, porque eran muy buenos… NOOOOO !!!

Lo que importa es cuadrar balances sin reparar en los daños… tampoco es tiempo de analizar las causas de esta crisis ni castigar a sus responsables, ¿eso está pospuesto?...“sine die”. Claro, ir a la raíz del problema seria señalar que el Capitalismo tiene crisis cíclicas y la actual probablemente se debe a la naturaleza misma de un sistema económico que busca la optimización de los beneficios con la concentración de la riqueza en pocas manos, las de unos semi-dioses “elegidos” por selección natural. Perdón me dá la risa… y ¡he estado a punto de caerme de la silla !!!. La oligarquia mantiene “atado y bien atado” el poder, sobretodo el económico y el de los medios de comunicación… para salir siempre con ventaja.

Ayer José María Izquierdo escribía en El País, en su tono socarrón habitual, uno artículo digno de leer, como casi todos los suyos. En un párrafo del artículo (a toda página, “La cuarta página”), decía “Nos llevan al XIX y abominan del XX. Cuánto mejor aquellos años en que no había regulaciones de sueldos, edades, horarios o contratos […] Mucho más moderno, dónde va a parar, la vuelta al XIX. Y si me apuran al XVIII, al XVII o al XVI, y no les calienten, que estos nos llevan al antiguo Egipto”. Creo que ese es el objetivo de les “élites” políticas que nos gobiernan… al menos de esa aristo-cracia (literalmente poder de los destacados o “dels millors”). Creen que Catalunya es suya y nosotros somos sus esclavos. Si por ellos fuera volveríamos a la época feudal. Aunque claro este país siempre ha sido feudal, solo lo hemos maquillado un poquito con instituciones corruptas, justicia no independiente y lenta,… este país (Catalunya) estuvo al margen de la modernización, solo algunos innovadores, con su esfuerzo individual, trajeron algo de luz europea. Un país donde en la actualidad la meritocracia no existe… solo élites políticas que se reparten el pastel esgrimiendo no se qué legitimidad mientras los ciudadanos, tratados como niños, estamos al margen. Pero resulta que una vez más ahora tenemos que pagar los platos rotos… se nos culpabiliza de haber vivido por encima de nuestras posibilidades, de no tener cultura del esfuerzo,… ¡qué coño dicen!, soy funcionario, nadie me ha regalado nada. No tengo casa propia, solo un coche de 8 años… y no tengo padrinos. Solo tenia dedicación a mi trabajo pero con las acciones de los “ir-responsables” que “velan” por este país cada vez tengo más ganas de dejarlo. Me parece clarísimo que lo que buscan es desprestigiar a los trabajadores del sector público. ¿Qué hemos hecho mal? Cuando somos la comunidad autónoma con un número menor de funcionarios de España y pese a ser los profesionales sanitarios peor pagados de Europa continuamos trabajando con total profesionalidad a pesar de las repetidas vejaciones a las que repetidamente somos sometidos. Cada día me lo pregunto… tal vez trabajar con independencia, manteniendo una mínima calidad. Creo que eso les debe molestar y les gustaría que dejáramos de hacerlo. Tal vez cuando substituyan a los funcionarios de carrera por funcionarios puestos “a dedo” consigan lo que andan buscando. 

El paper dels ciutadans en la defensa de l’estat del benestar


El passat dia 17 d’octubre el diari El País va publicar un article del Sr. Carlos Jiménez Villarejo, fiscal anticorrupció entre els anys 1995 i 2003, titulat “El ataque a la salud, en los umbrales del delito. Dos dies després el Sr. Jordi Turull i Negre, portàveu de Convergència i Unió al Parlament de Catalunya, li responia al mateix diari amb un article titulat “Lo que omite el señor Jiménez Villarejo.

Posteriorment hi ha hagut innumerables reaccions per part de personalitats de la societat catalana als diferents mitjans de comunicació, segurament per la transcendència del tema però també per la proximitat de les Eleccions Generals i que han ajudat, en algunes ocasions, a enriquir la polèmica. Pretenc presentar les principals opinions per tal confrontar-les amb les meves intuïcions i reflexions sobre la legitimitat de certes decisions polítiques.

El Sr. Jiménez Villarejo criticava la política d’austeritat del actual Govern de la Generalitat que ha rebaixat un 10% el pressupost dels Serveis Públics per l’any 2011, molt especialment el destinat a la sanitat pública. Pressupostos que van ser aprovats a finals de juliol amb l’abstenció del Partit Popular, però sense el recolzament de cap altra força política. Comenta que “Estem davant una crisi de la política fundada sobre drets per substituir-la per una altra al servei dels beneficis econòmics […] La crisi accentua la desigualtat social i afavoreix tota classe de exclusions, marginacions i, en definitiva, la pobresa”, mentre es pregunta on ha quedat la ciutadania democràtica i els seus drets. Aquest darrer argument, fonament de la Salut Pública, és l’utilitza’t pels organismes socio-sanitaris nacionals i internacionals: “Es registren pitjors resultats en salut a mesura que es descendeix a l’escala social a tota la població, i existeixen a més grups de població especialment vulnerables. La actual crisi econòmica i l’augment de l’atur i la incertesa associats estan agreujant encara més aquesta situació”.
El Sr. Jiménez Villarejo utilitza repetidament tesis deontològiques i legals, com per exemple quan diu que “els drets socials poden entendre’s com irreversibles i, per tant, qualsevol actuació, per acció o omissió, dels poders públics que limiti greument la seva satisfacció està afectant al dret bàsic de la dignitat humana”, fent referència als articles 43 i 23 de la Constitució Espanyola i de l’Estatut de Catalunya respectivament. Aquest arguments a part d’arrelar a la legalitat vigent, també ho fan a la nostra tradició ètica i a la concepció de la justícia del liberalisme polític sobre la que es fonamenta el nostre model d’estat. Segons Rawls “no importa que les lleis e institucions estiguin ordenades i siguin eficients: si son injustes han de ser reformades […] els drets assegurats per la justícia no estan subjectes a regatejos polítics ni al càlcul d’interessos socials. L’únic que ens permet tolerar una teoria errònia es que no hagi una altra millor” (Rawls, 1971:17) i segons la opinió de molts especialistes aquest no és el cas (Navarro, Torres i Garzon, 2011).
Finalment fa una crida a la denúncia d’aquestes actuacions davant la justícia “Qui les denunciés estaria defensant els seus drets i, a més, protegint preventivament el dret a la salut de tots els ciutadans”. Alguns elitistes, com Ostrogorski, deien que “la funció de les masses en democràcia no és governar, sinó intimidar els governs” (Gonzalo i Requejo, 2006: 220). Des de aquest punt de vista sembla lícita l’amenaça, a través de la denuncia, d’un possible control judicial de l’acció del Govern en previsió de les repercussions que pot tenir una mesura concreta per la majoria de la població. Al nostre país, el poder del executiu està prou controlat?, és a dir, la societat es troba protegida davant d’una potencial mala decisió presa sense el suficient consens?. Posem per cas una eventual privatització (total o parcial) dels Serveis Públics, pot engegar-la un govern sense comptar amb l’acord de la majoria de les forces polítiques i/o sense conèixer la opinió de la ciutadania davant una pregunta “clara”?.

La resposta el Sr. Turull, en canvi, utilitzava opinions del tipus “Si existeix alguna actuació que hagi posat en perill la satisfacció d’aquests drets no és altra que la mala gestió dels recursos públics que va dur a terme el tripartit” o “les polítiques d’ajust pressupostari no es fan per caprici ni per ideologia, si no que son imprescindibles per garantir la continuïtat de l’Estat del Benestar”, i d’altres raonaments d’un utilitarisme bastant ranci on no es percep cap tipus d’autocrítica a la actuació del executiu i que no responen els arguments utilitzats pel seu interlocutor, suposo que deliberadament, doncs no aporta idees que defensin la política conservadora del actual Govern de la Generalitat amb una sensibilitat social nul·la. El to utilitzat en la resposta és massa pragmàtic i agressiu vers els seus rivals polítics, que van governar amb anterioritat, i en cap moment deixa marge per a la conciliació necessària per resoldre els problemes actuals i futurs.

Una altra opinió a destacar és la del Sr. Jordi Matas, catedràtic de Ciència Política de la Universitat de Barcelona, on en un article del 22 d’octubre anomenat “Cataluña S.A.”crítica la falta de sensibilitat democràtica per part del Govern del M.H.President Artur Mas a l’hora de dirigir Catalunya –diu- com si fos un consell d’administració d’una “gran empresa deficitària i no un país que requereix un nou model social que permeti progressar i regenerar-se políticament”. Així doncs, coincideix en rebutjar l’actuació economicista del Govern alhora que introdueix un nou aspecte com és la necessitat de regeneració social i política del país, doncs comenta que “tots sabem que s’ha d’arreglar les dificultats financeres de Catalunya, però si oblidem la dimensió social de la política i l’ètica pública, desapareixerà del diccionari la accepció més noble i més útil de la política”.

D’altra banda es podria criticar que l’article es va publicar en període pre-electoral d’unes eleccions a les que l’autor va concorre formant part de la llista per Barcelona d’Iniciativa per Catalunya – Verds, partit integrant del anterior govern tripartit. Hom podria entendre que el to del Sr. Turull respon a una crítica que considera interessada, sobretot si recordem que en els seus anys com a fiscal, el Sr. Jiménez Villarejo va portar a judici, entre d’altres membres de la burgesia catalana, al Sr. Jordi Pujol i Soley.

Deixant al marge els dubtes respecte de la motivació i l’oportunitat de la redacció de l’article, considero que aquest és pertinent doncs te molt sentit que si un jurista planteja la possibilitat d’emprendre accions legals aquestes deuen tenir base legal i sembla, també, que els arguments del Sr. Jiménez Villarejo poden ser defensats des de diferents posicions ideològiques. Si “l’utilitarisme sempre està a prop de sacrificar els grups febles i marginats en funció del major benestar de la majoria de la societat” (Requejo, 2009: 64), sembla més lògic encara combatre’l quan, com en aquesta ocasió, el benestar presumiblement pugui ser el perjudici de la majoria.