Últimamente me siento más “primo” que nunca. Trabajo el doble por un 9% menos del sueldo (sí, sí, a estas alturas ya llega a esa cifra aunque se continua repitiendo que es un 5%, ¡cuando nunca lo fue!!!!). No soy yo solo, todos los médicos de familia estamos en una situación parecida. Sin ir más lejos la coordinadora del área a la que pertenece mi centro de salud acudió a una visita domiciliaria cuando ya estaba en su casa… Así pues que tengamos que oír al presidente de la CEOE decir lo que tuvo el valor de decir ayer me parece como mínimo una falta de respeto. Nada original pues somos el saco habitual de los golpes de algunos políticos y fauna afín. No por ello me parece menos lamentable que para mucha gente TODOS los trabajadores públicos seamos considerados unos vagos y la personificación de la ineficiencia.
Creo que tenemos un serio problema y NOSOTROS MISMOS SOMOS PARTE DE ÉL. Y digo esto porque los médicos (concretamente los especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria) seguimos sacando las castañas del fuego a los consellers de turno que no dudan en ponernos verdes a la mínima ocasión. Que si no cumplimos el horario, que si somos peseteros,… no perdón, ¡somos un chollo!!!!.
Siempre he dicho que el sistema sanitario catalán es muy mejorable. Creo que el bombo de que “somos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo” es fundamentalmente falso. Es la excusa para no tener que acometer los cambios necesarios y que demanda la atención del siglo XXI: falta coordinación entre especialidades, se ha de potenciar de una puñetera vez la atención primaria (hasta ahora han sido solo palabras), favoreciendo la aplicación de criterios de excelencia clínica reales (la palabra excelencia se ha utilizado en exceso sin llegar a cuajar en propuestas concretas que repercutan en la asistencia a los pacientes),… y un largo etcétera. Son necesarios cambios profundos pues el sistema realmente no es eficiente. Se ha de acometer una reforma donde estén implicados todos los agentes, también los usuarios. Desde mi punto de vista pasa por invertir más y mejor el dinero, no en recortar indiscriminadamente… se pierde dinero pero no siempre en la atención directa a las personas. Recordar que el gasto sanitario per capita es de los más bajos de la UE, en parte por los bajos salarios de los profesionales. ¡Perdón!!! se me olvidaba que no podemos hablar de dinero… pues somos un colectivo que tiene pudor de hablar de su remuneración. ¡Como si la vocación fuese suficiente para pagar la hipoteca!. Estamos divididos desde hace demasiado tiempo y esto nos ha hecho débiles y seguimos sin tener una voz única que enfrentar a este disparate que se sigue perpetrando de forma cobarde con la impunidad y la constancia de los días.
Y digo que somos parte del problema porque seguimos “tragando”, probablemente porque nos gusta nuestro trabajo, o porque pensamos en los pacientes,… o una combinación de muchos factores, donde también está el sentimiento de inferioridad que presentamos de forma crónica especialmente el colectivo de médicos de familia. Se nos sigue considerando médicos de tercera incluso por nuestros propios compañeros que trabajan en el hospital (¿continuo asistencial?). En un colectivo tan grande hay personas con las más variadas motivaciones, pero yo conozco muchísimos profesionales que no representan en absoluto al funcionario que pinta el “Sr.” Juan Rosell.